Curiosidades detrás de algunas pinturas famosas
Publicado el: 18/03/16
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        El arte nos puede conmover, enfurecer, podemos apreciarlo como también disgustarnos. El ver una pintura siempre nos provoca sensaciones; es más que sólo admirar un lienzo lleno de colores. Cada obra tiene un enfoque o una inspiración y es por eso que muchas guardan historias ocultas y secretos.

La Creación de Adán, de Miguel Ángel.

 

        Este fresco pintado en 1511 por el genio Miguel Ángel, en la Capilla Sixtina del actual Vaticano, es una de las obras más valiosas de todos los tiempos. Existe una teoría del médico Frank Meshberger que publicó en 1990, donde señala que la “cúpula” que recubre a Dios y sus ángeles en realidad es una forma de representar el cerebro humano, lo que explicaría que Miguel Ángel quiso mostrar a Dios como un dador de vida y también de inteligencia.

La Persistencia de la Memoria, de Salvador Dalí.

 

        Creada en 1931 por el pintor surrealista Salvador Dalí. El mayor simbolismo se encuentra en los acantilados de la derecha superior de la obra, donde la luz sobre las rocas es lo que perdura en el tiempo, y en los tres relojes blandos que hablan de lo frágil que es la memoria, que con el tiempo se va reblandeciendo. Dalí aseguró que los relojes son producto de las alucinaciones que tuvo después de comerse un queso camembert, que le generó preguntas con su textura y forma.

La Maja Desnuda, de Francisco de Goya.

 

        Una de las obras maestras de Goya, pintada entre 1790 y 1800. Se dice que la mujer que posa era la decimotercera Duquesa de Alba, amante de Manuel Godoy. Muchas teorías dicen que Goya estaba loco por ella, ya los que la conocieron decían que era poseedora de una hipnotizante belleza e inteligencia, además de ser una mujer con mucho poder. Esta obra, generó dudas en los tiempos de su creación y la Inquisición la apartó llevando a Goya a un juicio.

Guernica, de Pablo Picasso.

 

        Realizado en 1937, es un grito contra la guerra, el horror y la barbaridadPicasso hizo más de 60 borradores antes de pintar el original. Fue un encargo del Gobierno de la República Española para el Pabellón Español de la Exposición Universal de París (1937) que se llama Guernica debido al terrible bombardeo que hubo en ese lugar durante la Guerra Civil Española, de la mano de la Legión Cóndor de la Alemania Nazi y la aviación italiana fascista, bajo la autorización del bando franquista.