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Las 8 pinturas más caras de Latinoamérica
Publicado el: 22/05/18
Los artistas latinos siempre están en el gusto de coleccionistas, quienes son capaces de desembolsar millones de dólares con tal de tener en sus muros una pintura de Tamayo o Frida Kahlo.
“Trovador” (1945)
Rufino Tamayo
Valor: 7,2 millones de dólares durante una subasta de Christie’s (29 de mayo de 2008).
El "Trovador" fue parte (durante muchos años) de la colección de Stephen C. Clarke, quien se lo regaló al vendedor hace 60 años. La pintura es una de las menos conocidas de Tamayo debido a que ha sido expuesta en muy pocas ocasiones. Representa al artista popular mexicano con uno de los instrumentos que forman parte de la música tradicional mexicana.
“América” (1955)
Rufino Tamayo
Valor: 6 millones de dólares durante una subasta de Sotheby’s (18 de noviembre de 2008).
En el momento de la realización de este mural, Tamayo no contó con asistentes, aun así completó su gran obra en tan sólo siete días, trabajando a un ritmo febril. “América” muestra toda la grandeza cultural y natural de un continente que ha tenido que luchar contra las adversidades. Pertenece a una época en que Tamayo gozaba de éxito internacional y su obra se exhibía en galerías como Julien Levy, Pierre Matisse, Perls y Knoedler. Su reputación lo posiciona actualmente como uno de los grandes coloristas del siglo XX.
“Raíces” (1943)
Frida Kahlo
Valor: 5,6 millones de dólares durante una subasta de Sotheby’s (mayo de 2006)
Frida vuelve a demostrar que siempre ha estado en el gusto de los conocedores del arte. En este cuadro, como en muchos otros, ella es el personaje central: está reclinada en un paisaje rocoso con raíces saliendo de su torso y de ellas fluye sangre como símbolo de vida. La obra data del periodo en el que la pintora se casó por segunda vez con Diego Rivera.
“Autorretrato” (1929)
Frida Kahlo
Valor: 5 millones de dólares durante una subasta de Sotheby’s (1 de junio de 2000).
Esta pintura es una muestra más de que la fascinación por la pintora mexicana entre los coleccionistas más fervientes es única en todo el mundo. Este autorretrato no es de los más conocidos de la artista, por ello resulta lógico pensar que alguien quisiera tenerlo como parte de su colección. A diferencia de otras obras, en ésta no se observa a una Frida doliente, sino más bien contemplativa y relajada, mostrando ropas y accesorios tradicionales de su México natal.
“Flores de México” (1938)
Alfredo Ramos Martínez
Valor: 4 millones de dólares durante una subasta de Christie’s (mayo de 2007).
Durante la tradicional subasta de arte latinoamericano efectuada en 2007 en Nueva York, la obra de Alfredo Ramos Martínez fue la gran sorpresa de la noche. Se trata de uno de los artistas mexicanos más importantes del siglo XX, considerado “Padre del Arte Moderno”. El poeta Rubén Darío lo llamó “El pintor de las melancolías”. La trayectoria de Ramos Martínez inició en su natal Monterrey desde los 12 años cuando mostró aptitudes para la pintura. Obtuvo una beca para estudiar en la Escuela Nacional de Bellas Artes y después continuó sus estudios en Francia, donde la crítica europea lo consideró un pintor con una carrera prometedora.
“Danza Afrocubana” (1943)
Mario Carreño
Valor: 2 millones de dólares durante una subasta de Sotheby’s (30 de mayo de 2007).
La trayectoria de este pintor cubano-chileno le hizo merecedor del Premio Nacional de Arte de Chile en 1982, país del que había obtenido la ciudadanía en 1969. A través de una pintura como “Danza Afrocubana” Carreño da muestras de ser un artista que rescata las tradiciones e identidad de América pero con las técnicas y el estilo de las vanguardias europeas que siempre admiró. El pintor es considerado actualmente como uno de los artistas de este lado del mundo que mejor supo plasmar el ambiente tropical y colorido de América.
“Endless Nudes” (1941)
Roberto Matta
Valor: 2 millones de dólares durante una subasta de Sotheby’s (19 de noviembre de 2009).
Esta pintura abstracta en la que una serie de erupciones volcánicas se funden con un paisaje es una de las obras más aclamadas del chileno Roberto Matta, quien se inspiró parcialmente para la ejecución de esta obra en un viaje a México, en 1941, en el cual presenció una gran actividad volcánica que inspiró muchos de sus trabajos. Matta fue una notable influencia para artistas del expresionismo abstracto como Jackson Pollock, Robert Motherwell y Arshile Gorky.
“Valle de México” (1877)
José María Velasco
Valor: 2,4 millones de dólares durante una subasta de Christie’s (noviembre de 1991).
El más grande paisajista de México —además de Dr. Atl— realizó una serie de obras con el Valle de México como protagonista que lo colocaron como uno de los grandes expositores de la belleza natural de este país. La obra de Velasco es monumental tanto en contenido como en ejecución, ya que captó de manera totalmente real cada elemento que plasmaba en sus lienzos, haciéndolo vivir ante el rostro de los espectadores.
Primer recorrido nudista en un museo
Publicado el: 16/05/18
Aunque en el arte la desnudez es uno de los recursos más socorridos, en la vida real es lo menos aceptable que puede haber; pero quizás esto cambie pronto.
Para muchas personas la experiencia de entrar por primera vez a un museo suele ser un viaje hacia lo desconocido. No es que estos individuos no hayan recorrido antes alguna galería o una exposición; muchos fuimos llevados en viajes escolares a recintos en donde el arte era el elemento principal; sin embargo, conforme crecimos, nuestro interés se centró en expresiones más específicas: fotografía, pintura o grabados; absolutamente cualquier expresión que hiciera referencia a nuestros sentimientos y emociones fue, y sigue siendo, un pretexto perfecto para visitar un museo.
Para saber que somos nosotros y nuestros propios cuerpos los que aparecen retratados en estas imágenes no hace falta un gran discurso; para apreciar su belleza y delicadeza mucho menos.
En otro museo de París, el Palais de Tokyo, la desnudez se convirtió en un tema recurrente; sólo que esta vez no se encontraría colgando de las paredes, sino caminando entre sus pasillos justo como lo que es: la cosa más natural en este mundo. Preocupados por la hipocresía que existe entre el arte y la cotidianidad en materia de desnudos, un grupo nudista organizó un paseo por el museo unas horas antes de que éste comenzara su horario con mayor número de visitas. De este modo los desnudos y los pudorosos no se mezclarían, pero de un modo u otro ambos convivirían en un ambiente de absoluto equilibrio.
Dicha iniciativa es parte de una serie de acciones que pretenden convencer al gobierno francés de abrir parques y restaurantes nudistas, mismos que hasta ahora han sido prohibidos por ser considerados inmorales y de mal gusto. Los aficionados al no usar ropa, afirman estar cansados de que sólo se les otorguen espacios en playas y específicamente en el verano, pues frente a sus ojos ésta es una forma de discriminación que no puede seguir existiendo.
Las fotografías de estos espectadores revelan algo completamente enigmático. Mientras observaban gustosos la exposición Discordia, los nudistas se convirtieron en una obra de arte que desafió, sin lugar a dudas, los estándares artísticos de la población más conservadora de París y además les demostraron que todo el arte que necesitan conocer se encuentra encerrado en ellos mismos,
Probablemente las peticiones de este grupo tarden un poco en ser cumplidas. Tal vez lo hagan por la vía del activismo, pero si de algo podemos estar seguros es que éste comenzó gracias al arte y eso es algo que definitivamente no tiene precio.